Latkes de patata y calabacín veganos
El calabacín contiene unos 180 miligramos de potasio por cada 100 gramos, lo que ayuda a nuestro organismo a deshacerse del exceso de agua. Este mineral también mantiene nuestro corazón en el ritmo adecuado. Las patatas nos dan una sensación de saciedad duradera gracias a los hidratos de carbono complejos, y también pueden ayudar a bajar la tensión arterial.
Hornea el pastel de calabacín y patata en un molde de tarta, luego puedes cortar trozos de pastel y servirlos junto con una ensalada de tomate y mango. Si quieres que el gratinado sea un poco más colorido, añade zanahorias ralladas o una lata de maíz a los calabacines. Para una ración extra de grasa saludable, añade dos cucharadas de nueces tostadas y picadas al plato de calabacín y patatas.
El calabacín llegó a Estados Unidos en 1920 de la mano de inmigrantes italianos, y hoy es una de las verduras más vendidas y utilizadas del mercado. Es una verdura deliciosa e increíblemente versátil, con numerosas formas de disfrutar de su sabor suave y terroso.
Durante mucho tiempo, los boniatos se consideraron algo exótico. Sin embargo, esta época parece haber terminado. Hoy en día se pueden encontrar batatas en casi todos los supermercados. Esta evolución nos aporta no sólo grandes ventajas culinarias, sino también muchas ventajas para la salud.
Tortitas de patata y calabacín al horno
Estas versátiles tortitas de patata y verdura pueden servirse como guarnición, plato principal vegetariano o variación de los latkes. Para obtener los mejores resultados, exprima al máximo la humedad de las verduras y caliente bien la sartén antes de cocinarlas. Presentaciones: Más recetas con patatas
Para el desayuno, cubra los pasteles con huevos escalfados, salsa fresca y aguacate en rodajas. Para un aperitivo, usa una medida de 1/4 de taza para hacer pasteles más pequeños. Cubra con salmón ahumado, yogur griego mezclado con rábano picante preparado al gusto y cebollino fresco picado. Una ración: 185 cal, 9 g de grasa, 1 g de grasa saturada, 24 g de carbohidratos, 4 g de fibra, 5 g de proteínas.
Receta de tortitas de patata con calabacín
Estos buñuelos de patata y calabacín sin harina, al estilo polaco y con 5 ingredientes, son perfectamente crujientes por fuera y deliciosamente suaves por dentro. Contienen un puñado de sencillos alimentos básicos de la despensa y son muy fáciles de hacer.
Estos buñuelos de patata y calabacín se basan en las tradicionales tortitas de patata polacas, que tampoco contienen harina ni gluten. La adición de calabacín hace que estos buñuelos sean más ricos en fibra y tengan un bonito moteado verde. Estos buñuelos están tan buenos que hasta a los más quisquillosos les encantará este toque saludable.
Esto se debe a que, una vez eliminada la humedad de las patatas y el calabacín, los ingredientes forman una masa espesa de forma natural. Además, el almidón de las patatas ayuda a que los buñuelos conserven su forma y queden más crujientes (para más detalles, véanse las instrucciones).
1.Ralle el calabacín y colóquelo en un colador o tamiz sobre un bol grande. Añada ⅓ de cucharadita de sal y déjelo reposar un minuto. A continuación, exprima con la mano toda la humedad que pueda de la mezcla. Reserve y deseche el agua del calabacín.
Pastel de patata y calabacín
Los calabacines están llegando a mí rápido y constante … a pesar de que finalmente tomó mi propio consejo y plantó sólo una planta de este año. Bueno, esa planta es superproductora, ¡así que estamos comiendo un montón ahora mismo!
La congelación suele dar como resultado calabacines blandos y aguados que sólo sirven para hacer pasteles, panes, magdalenas y otros productos horneados (lo cual no es necesariamente malo). Así que, para nosotros, lo mejor es disfrutar del calabacín recién cosechado.
Este picadillo es una de mis recetas favoritas de calabacín (de hecho, es probablemente la que más hago). Es una ligera adaptación de una receta que encontré en la revista Martha Stewart Everyday Food hace muchos años, y tuvo tanto éxito que la he estado haciendo desde entonces.
El calabacín y la cebolla quedan crujientes y tiernos, y las patatas doradas y tiernas como un tenedor. Luego se remata con huevos fritos como más te gusten (a mí me gustan las claras con los bordes crujientes y dorados y la yema ligeramente líquida… ¡qué rico!).
Tiene más potasio que los plátanos y está lleno de vitaminas y minerales como manganeso, vitaminas C y A, y magnesio (entre otros), así como antioxidantes y fibra. Y es bajo en calorías y grasa.
